Era una noche fría y oscura, donde las gaviotas vuelan sin cesar alrededor del mar. Yo estaba en un reformatorio de menores porque mis padres no tenían dinero para alimentarme y tuve que empezar a robar. No tenía otro remedio, si yo no hacia eso no entraba comida a casa. Es una forma horrible de ganarse la vida, pero no me quedaba otra elección. Si me pidieran que dijera lo peor que haya hecho en la vida diría esto. Lo estuve haciendo durante un mes hasta que me pilló la policía. Por eso yo estoy aquí mirando por este hueco que da al exterior. Me siento solo y encarcelado. Han pasado treinta días pero para mi es como si hubiera pasado un año. No sé nada de mis padres porque aunque tenemos un día en cada semana donde nos dejan que venga nuestra familia a vernos, durante este tiempo yo fui el único que nunca tenia visita. Seguro que a mis padres les han embargado la casa, por no pagar el alquiler.A veces maldigo mi suerte y preferiría estar muerto, pero tengo conciencia de que esto es así y de que ya vendrá la suerte.En la tercera semana, en el día de las visitas, vino una bella joven preguntando por mí. Yo al verla me quedé sorprendido porque me sonaba pero no sabia de qué, pero recordé que era la chica de la tienda donde yo robaba a menudo. Al recordarlo tuve mucha vergüenza. Ella me dijo amablemente que si yo quería que me adoptara, y yo sin pensarlo dos veces, dije que sí, que por salir de allí hacia lo que fuera. La joven llamada Lorena me pidió que le jurara que no iba a hacer más de este sucio trabajo, y yo le explique porque lo hacía. Ella tiene 23 años y estudia sobre psicología.Su visita me cambió la vida y la forma de pensar, me vino como un ángel y lo peor es que yo la robaba muchísimo. Al irse me dijo que dentro de una semana ya podría salir de allí.Estaba contento porque iba a saber qué le pasaba a mis padres.Llegó el día en que Lorena me saco del reformatorio. Durante toda la semana estuve dándole vueltas a todo esto que me estaba ocurriendo.Lorena me llevo a su casa y me contó tranquilamente mis tareas y lo que le había pasado a mis padres. Yo me quedé sorprendido porque en ningún momento pensaba que mis padres hicieron esa locura. La locura era que ellos dieron la custodia a Lorena, firmaron para que desde ese momento mi familia fuera la de Lorena.Ella me contó que mis padres hicieron eso para que tuviera un futuro mejor, no lo hicieron por hacer. Cuando yo pregunte que dónde estaban ahora Lorena se quedo callada, y después de un rato con las lágrimas como si estuvieran lloviendo contó que se habían muerto atropellados por un camión al cruzar la carretera. No sabía qué hacer. La rabia me traicionaba pero sabía que ellos siempre estarán conmigo. Decidí tirar adelante y que la próxima navidad fuera alegre aunque mis padres estén en mi imaginación.